Ya son un par de años de convivencia con el virus que cambió el modo de vida actual. El COVID-19 sigue aquí, pero gracias al trabajo de médicos y científicos, la información es cada vez más amplia. Este artículo te acerca algunos estudios actuales relacionado con dudas bastante comunes entre los escaladores: ¿Puedo entrenar con COVID-19? ¿Cómo sé qué estoy listo para volver a entrenar tras pasar el COVID-19? ¿El uso del magnesio cambia la infectividad del virus?
A estas alturas la humanidad ya se acerca a los dos años de convivencia con el Sars-Cov-2 o Coronavirus. Los primeros meses fueron los peores, debido a la falta de información precisa. Como pollos sin cabeza, tocaba seguir unas normas que cambiaban continuamente.
Afortunadamente, le tecnología ha permitido el constate intercambio de información entre médicos y científicos, que unido a la cantidad de estudios aunando esfuerzos, han permitido acelerar el proceso de conocimiento del virus.
Pero, ¿Cómo afecta el COVID 19 a los escaladores? ¿Qué datos deben tener en cuenta?
SECUELAS DEL COVID-19 EN DEPORTISTAS
Los pacientes afectados por COVID-19 que les causó neumonía mostraron una pérdida de la capacidad física, necesitando programas de rehabilitación.
Las secuelas del COVID-19 a medio y largo plazo aún no son del todo conocidas. Paneroni y col. (2020) evaluaron la fuerza y capacidad física, la dificultad respiratoria (disnea) y el grado de fatiga tras un episodio de contagio por COVID-19 que causó neumonía, en pacientes sin antecedentes de problemas del aparato locomotor previos a la infección.
Los resultados indicaron una debilidad muscular entre el 86% y 57% dependiendo del grupo muscular. El 24% de los pacientes mostró desaturación de oxígeno por las pruebas. Otro alto porcentaje tuvieron disnea y fatiga.
Los autores concluyen que el elevado deterioro de la fuerza muscular y la pérdida de capacidad física en pacientes recuperados de neumonía asociada al COVID-19 que necesitaron hospitalización sugiere la necesidad de programas de rehabilitación tras recibir el alta médica.
¿CUÁNDO PUEDO VOLVER A ENTRENAR O ESCALAR TRAS PASAR EL COVID?
La vuelta a la actividad de deportistas tras pasar el COVID-19 debería incluir un examen de salud con resonancia magnética y acorde a la gravedad con la que se pasara la infección.
Como secuela de COVID-19 pueden quedar afectaciones cardiacas, como miocarditis. Por tanto, hay riesgo de arritmia durante esfuerzos. Es un aspecto a tener en cuenta y diagnosticar antes de que los deportistas vuelvan al entrenamiento y competiciones.
Colombo y col. (2020) han realizado una publicación con el procedimiento a seguir para la vuelta a la actividad de los deportistas tras pasar el COVID-19. Los autores sugieren la realización de un examen de salud acorde a la gravedad con la que se pasara la infección, y que incluya resonancia magnética.
Aquellos que fueron diagnosticados con miocarditis deberían dejar un margen de al menos tres meses y volver a examinarse. También señalan que incluso, los asintomáticos o aquellos que pasaron la infección sin apenas problemas, deberían ser analizados a medio y largo plazo (recuerda el caso de la escaladora).
¿PUEDO ENTRENAR CON COVID?
Una sola sesión de ejercicio intenso moviliza y redistribuye las células T específicas de SARS-CoV-2, mejorando la capacidad para responder a la recuperación de antígenos con mayor cantidad de anticuerpos y eliminación viral.
Se sabe que la actividad física crónica protege ante las infecciones virales (Kohut y col., 2009). Es decir, los que entrenan de forma habitual sufren menores daños.
Sin embargo, muchos profesionales de la salud han recomendado no hacer actividad física mientras se esté pasando el COVID-19. O, al menos, que no sea intensa, ya que se supone que «bajaría las defensas».
Obviamente, si la sintomatología de la enfermedad es grave (fiebre alta, fatiga incapacitante, dolores musculares), haya ingreso hospitalario o no, no podrás realizar actividad física. Pero, ¿y aquellas personas infectadas con COVID-19 con un síntomas leves?
La idea de que el ejercicio físico disminuye las defensas es cuestionable. Según Campbell y Turner (20018), no se produce una disminución de las células inmunitarias post-ejercicio, sino que acuden a los músculos trabajados para inducir inflamación y reparar el daño.
Baker y col., (2021) han publicado un estudio de caso bastante reciente con un sujeto de 42 años infectado con COVID que hacía ejercicio intenso 4 o 5 días a la semana. Los autores concluyen que una simple sesión de ejercicio intenso moviliza y redistribuye las células T específicas de SARS-CoV-2, mejorando la capacidad para responder a la recuperación de antígenos con mayor cantidad de anticuerpos y eliminación viral.
Los autores también señalan que la infección provoca una mayor demanda metabólica para las mismas cargas. Por lo tanto, un ejercicio intenso en estado de infección se realizaría con cargas menores a las utilizadas antes de la enfermedad para mantener el mismo carácter del esfuerzo.
Aun así, cave ser precavidos al ajustar las cargas, teniendo en cuenta que no todo el mundo tolera la intensidad del ejercicio de la misma forma. Y, obviamente, no será recomendable hacerlo en un local público en el que pongas en riesgo al resto de asistentes.
TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO FUNCIONAL EN UN PACIENTE CON COVID
Ni resonancias magnéticas ni análisis de sangre mostraron nada, mientras los temblores iban aumentando.
Piscitelli y col. (2020) han presentado el caso de una enfermera de 39 años sin antecedentes de ningún tipo que desarrolló temblores funcionales a causa de la infección por SARS-CoV-2.
Tras presentar los síntomas habituales (fiebre, dolor muscular, fatiga y malestar grantrointestinal), realizó el periodo de cuarentena estipulado. Pero pasados 7 días con síntomas leves de SARS-CoV-2, comenzó a desarrollar temblores irregulares en las extremidades inferiores y movimientos anormales al sentarse, caminar y en reposo.
En el departamento de neurología fue diagnosticada con trastorno funcional. Ni resonancias magnéticas ni análisis de sangre mostraron nada. Mientras, los temblores iban aumentando.
Posteriormente, ya dando negativa la prueba del COVID, en un examen neurológico se percibió la coactivación de los músculos agonistas y antagonistas al mover pasivamente los miembros inferiores. En ese examen, la paciente recordó haber sufrido una situación similar mientras escalaba. Contó cómo sintió miedo y se paralizó a mitad del ascenso, cuando sus piernas comenzaron a temblar.
Para los médicos, este recuerdo marcó el origen funcional del síntoma de movimiento, expresión de la incapacidad de la paciente para comunicar su miedo verbalmente, por lo que inconscientemente lo hace a través del cuerpo. Es decir, la conclusión fue que los temblores y los trastornos funcionales se debieron al miedo al COVID-19 y al consiguiente aislamiento. Una muestra más del poder de los pensamientos.
¿CÓMO AFECTA EL MAGNESIO AL CORONAVIRUS? ¿ES MEJOR EL MAGNESIO LÍQUIDO FRENTE AL COVID-19?
El coronavirus humano no persiste en los polvos de magnesio, por lo que el riesgo de transmisión es limitado.
El SARS-CoV-2, al igual que otros coronavirus, puede permanecer infeccioso en superficies secas durante varias horas. Por lo que, aunque el COVID-19 se contagia sobre todo por aerosoles, existe la hipótesis de que la transmisión indirecta a través del contacto con fómites también podría ocurrir.
El SARS-CoV-2 permanece infeccioso en plástico entre 3 (Van Doremalen y col., 2020) a 7 días (Chin y col., 2020). Entonces, los rocódromos podrían ser entornos de alto riesgo. Se han planteado preocupaciones por la posible transmisión de fómites mediante el uso de presas de escalada compartidas que no se limpian entre los usuarios en la práctica común (Debenham y Reynolds, 2020).
Owen y col. (2021) han presentado un estudio analizando cómo afecta el magnesio sobre una superficie plástica seca a la infectividad de un tipo de coronavirus humano HCoV-OC43. La mezcla habitual utilizada se compone de carbonato de magnesio con carbonato de calcio en distintas proporciones.
Los autores encontraron que la infectividad de HCoV-OC43 se redujo significativamente (P ≤ 0,05) por el carbonato de magnesio, el carbonato de calcio y la mezcla de ambos en comparación con el control sin magnesio desde el primer contacto.
Aúne requiere más investigación para determinar el mecanismo por el cual el HCoV-OC43 es inhibido por los polvos magnesio de escalada. La inactivación podría deberse a la desecación del virus por la naturaleza higroscópica del carbonato de magnesio y carbonato de calcio, y/o a la alcalinidad.
Los resultados del estudio indican que es poco probable que el coronavirus humano HCoV-OC43 persista durante períodos prolongados en los polvos de magnesio y, por lo tanto, el riesgo de transmisión por este medio es limitado.
Por lo tanto, puedes entrenar tranquilo en tu rocódromo habitual (respetando debidamente el resto de normas de seguridad).
Cabe señalar que con respecto los supuestos beneficios del magnesio líquido, los autores no comentan nada.
CONCLUSIONES
Cada caso es único; aunque pases una infección asintomática, no significa que estés bien.
Pues ya sabes un poco más sobre el COVID-19. Igualmente, ante cada decisión importante conviene contar con el asesoramiento de un profesional de la salud. Se trata de un virus peligroso, que puede dejar traumas profundos de larga duración.
Al menos, lo que parece más seguro es que puedes sobar las presas del rocódromo lo que quieras, ya que el magnesio te protege.
Recuerda que cada caso es único. Y, aunque pases una infección asintomática, no significa que estés bien. A este respecto, puedes leer el caso de Maya, una escaladora que padeció secuelas mientras escalada una vía de varios largos, y que le han durado varios meses.
Si tienes alguna anécdota o experiencia que puede ayudar, puedes compartirla en los comentarios.
Referencias
- Paneroni, M., Simonelli, C., Saleri, M., Bertacchini, L., Venturelli, M., Troosters, T., … & Vitacca, M. (2021). Muscle strength and physical performance in patients without previous disabilities recovering from COVID-19 pneumonia. American journal of physical medicine & rehabilitation, 100(2), 105-109 (link).
- Colombo, C. S. S. D. S., Leitão, M. B., Avanza, A. C., Borges, S. F., Silveira, A. D. D., Braga, F., … & Ghorayeb, N. (2021). Position Statement on Post-COVID-19 Cardiovascular Preparticipation Screening: Guidance for Returning to Physical Exercise and Sports–2020. Arquivos Brasileiros de Cardiologia, 116, 1213-1226 (link).
- Baker, F. L., Smith, K. A., Zúñiga, T. M., Batatinha, H., Niemiro, G. M., Pedlar, C. R., … & Simpson, R. J. (2021). Acute exercise increases immune responses to SARS CoV-2 in a previously infected man. Brain, Behavior, & Immunity-Health, 100343 (link).
- Piscitelli, D., Perin, C., Tremolizzo, L. et al. Functional movement disorders in a patient with COVID-19. Neurol Sci 41, 2343–2344 (2020). https://doi.org/10.1007/s10072-020-04593-1.
- Owen, L., Laird, K. and Shivkumar, M. (2021), The effect of climbing chalk powder on the infectivity of human coronavirus OC43. Lett Appl Microbiol, 72: 725-729. https://doi.org/10.1111/lam.13466
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