Raro el escalador que lleve tiempo practicando escalada, y que haya intentado exprimir sus límites, que no haya sufrido alguna lesión en sus dedos. En escalada, este tipo de lesiones son muy habituales. De ellas, las lesiones de las poleas son las más comunes.
Este artículo recopila la última evidencia en torno a las causas, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las lesiones de las poleas de los dedos en escaladores.
Las lesiones de los dedos son las más usuales en escalada. Entre ellas, las de polea son las más frecuentes y temidas. Representan el 12% de las lesiones totales (Lutter y col., 2020).
Ocurren debido a las demandas biomecánicas únicas de la escalada sobre los dedos. Y no suelen producirse en otras prácticas.
¿QUÉ SON LAS VAINAS DE LOS TENDONES?
Las poleas son vainas fibrosas que guían los tendones por las falanges. Para hacerte una idea visual, las falanges son como una caña de pescar, el hilo sería el tendón; y los anillos que mantienen el hilo sujeto a la caña, las poleas.
La vaina está compuesta por dos componentes tisulares que cumplen dos funciones distintas:
- Sinovial: Nutren y lubrican los tendones, facilitando su movimiento.
- Retinacular: El sistema de poleas tiene una serie de anillos distribuidos a lo largo de la vaina. Su función es mantener los tendones sujetos a los huesos de los dedos. De esta manera, pueden tirar de ellos para moverlos.
El sistema de poleas es como una serie de anillos que se distribuyen a lo largo de los dedos.
Los tendones que flexionan los dedos no suelen lesionarse escalando. Sin embargo, sus vainas sufren mucho estrés, resultando la estructura más dañada de la mano entre los escaladores.
EL SISTEMA DE POLEAS
El sistema de poleas de cada dedo (excepto el pulgar) está formado por:
- 5 poleas anulares (A1-A5). Las A2 y la A4 son los más importantes para mantener la integridad del sistema del tendón flexor por su unión directa al hueso. La A2 se sitúa en las falanges proximales y por ella pasan los tendones flexores superficial y profundo. La A4 está en las distales, y sólo la recorre el flexor profundo de los dedos. Ambas poleas son menos adaptables que las A1, A3 y A5, situadas sobre las articulaciones (Mallo y col., 2008; Chow y col., 2014). Las lesiones pueden ser roturas parciales, roturas completas de una única polea o de varias.
- 3 poleas cruciformes (C1-C3). Aunque son más débiles, no suelen lesionarse tanto.
La rotura o el desgarro de las poleas son lesiones comunes en el mundo de la escalada.
También se denomina FFPS de las siglas en inglés de sistema de poleas flexoras de los dedos. La rotura o el desgarro de las poleas son lesiones muy comunes en el mundo de la escalada, pero que no suelen darse fuera de éste. Se consideran distensiones o esguince de la polea al estiramiento o el desgarro parcial. La rotura es total cuando parte el ligamento en dos.
Los lumbricales son músculos intrínsecos de la mano que se originan en el Flexor Profundo de los dedos y se insertan en el lateral del tendón extensor de los dedos. Su función es extender las articulaciones PIP y DIP, y flexionar las metacarpofalángicas (Wang y col., 2014). Tienen un papel importante en la clasificación de las lesiones del poleas.
Las lesiones de polea se describen por primera vez en 1990 por Bollen y col., y Tropet y col. Desde entonces, se han documentado cada vez más.
En un estudio con escaladores desde 1998 a 2001, Schöffl y col. (2003) identificaron las lesiones de la polea A2 como las más frecuentes. Años después (2009 a 2012), los mismos investigadores señalaban que la tendencia había cambiado (Schöffl y col., 2015). Debido a un mayor prevalencia del uso de agarres abiertos (sin arqueo), las lesiones más frecuentes pasaron a ser en la polea A4.
Las estadísticas más recientes muestran que las lesiones de polea de los dedos son las más frecuentes. Representan el 30% de las lesiones de los dedos y el 12% del total (Lutter y col., 2020). Aún así, han ido disminuyendo.
¿POR QUÉ SE LESIONAN LAS POLEAS?
El agarre en arqueo completo (con el pulgar por encima) es el más lesivo para las poleas. El motivo es que una parte de tu peso es soportado por la fricción entre las vainas y los tendones. De ahí que muchos escaladores tiendan a utilizarlo en exceso.
El agarre en arqueo completo es el más lesivo para las poleas.
Pero además, aumenta la superficie de contacto de las yemas de los dedos en presas pequeñas. Por eso en algunos momentos es indispensable.
Para lograrlo, somete a una tensión excesiva a la polea A2 (287 N) y A4 (226 N) que puede rasgarlas (Schöffl y col., 2009); Ambas son las poleas que más se lesionan. La polea A2 se rompe de distal a proximal (desde la punta del dedo hacia la mano), y la A4 al revés. Los dedos medio y anular son los más propensos a este tipo de lesiones (Schöffl y col., 2003; Vigouroux y col., 2008).
Schweizer (2011) dice que el agarre en arqueo puede provocar tenosinovitis o desgarro. Más aún, si no se realiza un calentamiento adecuado (al menos 50 movimientos con cada mano).
Una carga dinámica súbita en un escalador de 70 kg contra la polea A2 de un dedo puede llegar a los 450 N, superando su máximo tolerable de 400 N (Klauser y col., 2002; King y Lien, 2017).
Además, las poleas tienen un mecanismo de bloqueo a través de la fricción que permite generar más fuerza estática que dinámica. Sin embargo, cuando ésta supera su límite, se produce la lesión (Moor y col., 2009).
El uso repetitivo de un agarre estresante, un aumento drástico de la tensión por resbalar un pie o superar la carga que tus vainas puedan soportar, son situaciones de riesgo para tus poleas.
Las poleas tienen un mecanismo de bloqueo a través de la fricción que permite generar más fuerza estática que dinámica. El problema es cuando se supera la resistencia que puede soportar.
Con cargas concéntricas, pueden dañarse por igual las poleas A2 y A4. Pero la polea A2 es más proclive a romperse con cargas excéntricas. Incluso con menor tensión (Moor y col., 2009; Schöffl y col., 2003; 2009; Schweizer y Hudek, 2011). Un ejemplo de carga excéntrica es cuando se te abre la mano arqueando, pasando a la extensión.
Un desequilibrio en la carga que soportan tus tejidos va acumulando pequeños daños hasta que un día rompen. Tendones, vainas tendinosas y articulaciones son más propensos a lesionarse, ya que no se desarrollan a la velocidad de los músculos.
Aunque el agarre en extensión se considera menos lesivo, has de andar con ojo cuando se reduce la cantidad de dedos participantes (tridedo, bidedo o monodedo). Además, en movimientos dinámicos la posibilidad de lesión aumenta.
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DIAGNÓSTICO DE LAS LESIONES DE POLEAS
Debido a lo poco habitual entre la sociedad no escaladora, lo mejor será visitar a un especialista en lesiones de este tipo. Algunos escaladores conviven con lesiones en sus poleas sin visitar a un médico, lo que no es aconsejable.
La valoración suele comenzar realizando los tres tipos de agarres típicos de la escalada: extensión, semiarqueo y arqueo. Si sólo hay dolor en arqueo, es señal de que no sea tan grave. Si en extensión ya duele, indicará un daño mayor.
Las ecografías simulando el agarre en arqueo son el método más eficaz para diagnosticar las lesiones en las poleas. La pérdida de fuerza también parece ser una señal fiable.
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El examen físico puede estar limitado por el dolor e inflamación, que suele ir acompañada de una disminución del rango de movimiento. Además, el grado de cuerda de arco (tratada más abajo) no predice con precisión el alcance de la lesión. Por lo tanto, dadas todas estas limitaciones, se debe obtener una evaluación por imágenes para que sea precisa.
Entonces, éstas son las principales herramientas para realizar el diagnóstico :
- Las ecografías o ultrasonidos son un medio económico y eficaz para diagnosticar las lesiones en las poleas. Su mayor ventaja es la posibilidad de valorar de manera dinámica (con movimiento) (Klauser y col., 2002; King y Lien, 2017).
- Las resonancias magnéticas también sirven para realizar el diagnóstico. La desventaja es que sólo provén imágenes estáticas (Hauger, 2000), además de ser más costosas.
Además, se recomienda el uso del agarre en arqueo durante la evaluación (Bayer y col., 2015; Hoff y Greenberg 2018; Schellhammer y Vantorre, 2019). Ese método emula la biomecámica de la escalada y genera mayor arco de cuerda. Así, ayuda a detectar daños que no han causado una separación del tendón que llegue a los 2 mm, lo que permite detectar lesiones en la polea antes de la rotura completa.
Un estudio reciente realizado en España (Iruretagoiena-Urbieta y col., 2020) muestra una correlación significativa entre la distancia tendón-hueso al nivel de la polea lesionada y una disminución de la fuerza de agarre al realizar un arqueo con un dedo hasta el punto de dolor. Un déficit del 41,4% equivale a una cuerda de arco de 2 mm (aunque ese porcentaje es una referencia con cierta imprecisión, pues habría que tener en cuenta que se compara con el dedo equivalente de la otra mano, y lo normal es que ambos no tuvieran la misma fuerza antes de la lesión).
También hubo una correlación significativa con los escaladores que mostraban dolor pero la distancia del tendón al hueso no llegaba a los 2 mm. Por lo tanto, la pérdida de la fuerza de prensión de los dedos puede resultar fiable para el diagnóstico y seguimiento de las lesiones de las poleas A2 y A4, del tercer y cuarto dedo. Sobre todo, junto a otros signos como la cuerda de arco o el dolor.
Con estos métodos, un profesional podrá evaluar si se precisa cirugía o es suficiente un tratamiento conservador. Por tus propios medios, puede ser difícil diferenciar entre un desgarro o una tenosinovitis. Lo normal es que si no hay una causa aguda de la lesión, se trate de esta última.
Cabe decir, si aún no has acudido a un médico especialista, Jones y Johnson (2016) compartieron este algoritmo para detectar lesiones de los dedos:
CLASIFICACIÓN DE LAS LESIONES DE POLEAS
Schöffl propuso un sistema de clasificación de las lesiones de polea, que ayuda en la toma de decisiones sobre el tratamiento:
Clasificación actual de las lesiones de polea y tratamientos terapéuticos:
GRADO I | GRADO II | GRADO III | GRADO IVA | GRADO IVB | |
---|---|---|---|---|---|
Lesión | Distensión de polea | Rotura completa de A3 o A4. Desgarro parcial de A2 | Rotura completa de A2 | Roturas múltiples A2/A3 o A3/A4 si: – No hay excesiva cuerda de arco. – Posibilidad de recolocar el tendón hacia el hueso. – Inicio de la terapia más de 10 días tras la lesión. – No hay contractura | Roturas múltiples: – A2/A3 o A3/A4 con cuerda de arco clínica. – Rotura A2/A3/A4. – Rotura singular con fenómeno FLIP. – Rotura singular con contractura creciente. – Rotura singular resistente a la terapia o con tenosinovitis. |
Tratamiento | Conservador | Conservador | Conservador | Conservador, si aparece una contractura secundaria de PIP mayor de 20º, seguirá cirugía | Quirúrgico |
Inmovilización | Ninguna | Opcional (máximo 5 días) | Opcional (máximo 5 días) | Opcional (máximo 5 días) | Postoperación 14 días |
Terapia funcional con protección de la polea | 2-4 semanas de taping en H o anillo termoplástico | 6 semanas con anillo termoplástico | 6 – 8 semanas con anillo termoplástico | 8 semanas con anillo termoplástico | 4 semanas con anillo termoplástico (tras las 2 de inmovilización) |
Actividades fáciles específicas de la escalada | Tras 4 semanas | Tras 6 semanas | Tras 8 semanas | Tras 10 semanas | Tras 4 meses |
Vuelta completa a la escalada | Tras 6 semanas | Tras 8 – 10 semanas | Tras 3 meses | Tras 4 meses | Tras 6 meses |
Taping en H durante la escalada | 3 meses | 3 meses | 3 meses | Más de 12 meses | Más de 12 meses |
Las lesiones de grado I a III se rehabilitarán de manera conservadora. Las de grado IV sí que necesitarán un tratamiento quirúrjico.
CLASIFICACIÓN DE LESIONES DE DISTENSIÓN DE POLEAS A2
Aunque la clasificación del Dr. Schöffl es la más popular, Cooper y LaStayo (2020) proponen la siguiente, que resultará útil si no tienes acceso a diagnóstico por imagen:
LEVE | MODERADO | GRAVE | |
DOLOR | Vida Diaria: 0/10. Sin limitaciones. Escalada: ≤ 2/10. Después de escalar, solo el arqueo genera dolor. | Vida Diaria: 3-5/10. Sin limitaciones. Escalada: ≥ 5/10. Afecta la escalada en todas los tipos de agarre. | Vida Diaria: 5/10. Se ve afectada. Escalada: >5/10. Muy limitada |
RANGO DE MOVILIDAD ACTIVA (AROM) | Dolor en el rango final de la flexión del dedo sin pérdida del rango de movilidad. | Dolor al final de la flexión del dedo con ≤ 25% de pérdida del rango de movilidad. | Dolor y >50% de pérdida de movilidad al doblar y estirar los dedos |
TESTS RESISTIDOS | Romo: 0/10 Semiarqueo: ≤ 2/10 Arqueo completo: ≤ 2/10 | Romo: ≤ 2/10 Semiarqueo: 2-5/10 Arqueo completo: 6-8/10 | Dolor y debilidad con cualquier prueba del músculo flexor o tipo de agarre. |
PALPACIÓN | Dolor mínimo con palpación completa (máxima presión) y sin coloración. | Dolor con palpación leve (presión moderada) y sin coloración. | Dolor a la palpación (con mínima presión) y sin coloración |
Al relacionarla con la clasificación de Schöffl, equivaldría a:
- Grado I = Leve
- Grado II = Modeado
- Grado III = Grave
DESGARROS PARCIALES Y DISTENSIONES DE LAS POLEAS
Durante una distensión o pequeño desgarro, el dolor puede aparecer con retardo. Esto agravará la situación, ya que aunque el tejido esté dañado, el escalador seguirá escalando con normalidad por desconocer el daño. El dolor se suele manifestar en la cara palmar del dedo, sobre la zona dañada. Por lo tanto, es sencillo localizar la polea afectada a través de la palpación.
La inflamación es un buen indicador del estado de la lesión.
La inflamación es un buen indicador del estado de la lesión. Otra prueba es el dolor al utilizar el agarre en arqueo. Sin embargo, el agarre en extensión no debería causar dolor. Si duele, puede deberse al tendón flexor dañado.
TRATAMIENTO DE LESIONES LEVES DE POLEA
Si es de una única polea, la evidencia actual recomienda un tratamiento conservador (Schöffl y col., 2006; 2012). Es decir, sin cirugía. La mayoría vuelven al nivel previo a la lesión.
Hasta el momento, se han propuesto dos mecanismos para reducir la distancia entre el tendón y el hueso (Algar y Moschetto, 2018):
- El «vendaje en H», desarrollado por Schöffl y col., 2007. Es eficaz durante la rehabilitación, pero no para prevenir. El artículo sobre el taping explica cómo hacerlo.
- El uso de una férula con forma de anillo va ganando popularidad (Schneeberger y Schweizer, 2016).
Proteger la polea es el aspecto más importante durante el tratamiento conservador de la lesión. Tanto el Dr. Schöffl (2006) como el Dr. Schweizer (2016) señalan la importancia de usar un anillo de polea (anillo termoplástico) durante el proceso de rehabilitación. A diferencia del esparadrapo, el anillo es rígido y no se estirará. Además, tiene concavidades a los lados para no comprimir los nervios, arterias y venas del dedo.
Dependiendo de la gravedad y la polea afectada, la inmovilización dura sobre dos semanas. Luego empieza el tratamiento terapéutico. Será sobre cuatro semanas de ejercicios de movilidad con cargas ligeras y controladas. Se volverá a la escalada de manera progresiva, necesitando al menos tres meses.
Dejar de escalar no es suficiente para curar las lesiones de los tejidos conectivos. Necesitarás cargas controladas para remodelar el colágeno.
Sólo detener la actividad no es suficiente para que se curen las lesiones de los tejidos conectivos. Necesitarás cargas controladas para remodelar el colágeno que los forma. Esos estímulos dan la señal para que el cuerpo sepa como reconstruir la polea funcionalmente.
Para que una rehabilitación sea eficaz hay aplicar con juicio una carga progresiva para aumentar las propiedades morfológicas y materiales de los tejidos dañados. El manejo óptimo debe basarse en los principios de fuerza y acondicionamiento (Ehiogu y col., 2023).
En la tabla de arriba se indican los tiempos acordes a la gravedad de cada lesión. Pero como cada persona es única, lo ideal es trabajar con un profesional que vaya monitorizando todo el proceso.
Lo que nunca debes hacer es pasar de dos meses de parón total a pretender volver a escalar al nivel previo. Aunque tus músculos se recuperen rápido, tus poleas necesitarán más tiempo de adaptación.
Cuando vuelvas a escalar, prioriza el agarre en extensión. Debes ser consciente de la lesión y comenzar desde una baja intensidad. No te emociones y acabes causando una rotura total de la polea por recurrir al arqueo o agarres lesivos.
Las primeras semanas o meses escalando (según el grado de la lesión), se recomienda sujetar la articulación interfalángica con el vendaje en «H». No utilices las presas que te provoquen dolor.
Hartnett y col. (2023) realizaron una exitosa intervención de 12 semanas a escaladores con roturas de nivel I a III. Durante ésta, los pacientes realizaron una escalada progresiva y pautada utilizando un anillo de polea..
La fases de la escalada serán:
- Escalada fácil: Evita el arqueo y el semiarqueo. Usa presas grandes en muros sin desplome. Grado por debajo del a vista.
- Escalada moderada: Ve introduciendo el semiarqueo y aumenta el nivel cerca del grado a vista. El muro puede empezar a desplomar un poco.
- Escalada exigente: Puedes usar el arqueo en muros desplomados y escalar en el grado a vista.
Las poleas A3 y A4 curan más rápido que la A2.
Lo normal es que tras el calentamiento disminuya ligeramente la hinchazón. Una vez empieces a escalar, si notas que la inflamación aumenta es señal de que debes parar. Una ligera hinchazón tras la sesión es aceptable. Pero, si la inflamación dura días, significa que te has pasado con la intensidad o el volumen.
La duración de la lesión dependerá del daño causado y de cómo actúes. Schöffl y coll. (2003) sugieren que el retorno completo a la escalada puede tener lugar tras 6 semanas para una distensión de la polea, de 6 a 12 semanas para una rotura completa de la polea y unos 6 meses para una lesión nivel IV. Si el daño es en las poleas A3 o A4 curará más rápido que si la dañada es la A2.
ENTRENAMIENTO CON OCLUSIÓN PARCIAL DEL FLUJO SANGUÍNEO O BFR
El sistema de entrenamiento con restricción del flujo sanguíneo o BFR aplica una presión en la parte proximal del músculo a trabajar para restringir parcialmente el torrente de sangre. Ha demostrado beneficios a nivel de hipertrofia muscular y de regeneración del colágeno de tejidos blandos. En parte, gracias al aumento de la hormona de crecimiento.
La restricción de flujo sanguíneo (RFS) resulta muy interesante en casos de rehabilitación de lesiones, ya que proporciona adaptaciones similares al trabajo con cargas altas, pero sin generar tanto estrés metabólico. Aunque no hay estudios específicos en el tratamiento de daños en las poleas, puede ser un campo interesante a investigar.
TRATAMIENTO ACCESORIO DE LAS POLEAS LESIONADAS PARCIALMENTE
Estos tratamientos pueden realizarse de forma accesoria a la escalada terapeútica, ya que cuentan con cierta evidencia:
- Movilidad del dedo dañado. Ayudar a disminuir la adhesión del tejido cicatrizante, a la vez que aumenta el aporte de nutrientes a la zona. Realiza el rango más completo posible. Empieza con ejercicios pasivos y progresa a otros funcionales.
- El masaje de fricción transversa profunda puede ayudar a tejidos en proceso de cicatrización. Al realizarse sobre las vainas de los dedos, la tensión de los tendones en el momento del masaje debe ser moderada. Es decir, no estires por completo el dedo mientras lo masajeas. Puedes usar un anillo específico de masaje (como éste).
- Inmersión de la mano en agua fría. Aunque la evidencia científica de la utilidad es limitada, al menos sirve como analgésico. Puedes leer más en el artículo sobre antiinflamatorios y analgésicos.
- Cargas leves y controladas. De manera gradual, y con seguimiento de un profesional, irás aplicando estímulos para estimular la remodelación del colágeno, además de ir fortaleciendo las estructuras. Algunas fases serán el trabajo con bandas (concéntrico y excéntrico), tirones o isométricos con multipresas, suspensiones asistidas con polea (como ésta),…
- Escalada gradual. De intensidad progresiva y controlando tanto el tamaño de las presas como la angulación del muro.
ROTURAS TOTALES INDIVIDUALES O MÚLTIPLES
En el caso de la rotura total de la polea, es probable que escuches un chasquido bastante pronunciado (75% de las veces) junto a un dolor agudo. Acto seguido, el dedo comenzará a hincharse, y aparecerá un hematoma a la vez que pierde capacidad de movimiento. Lo recomendable es acudir a un médico especialista cuanto antes.
Hay que señalar que el dolor no siempre correlaciona con la gravedad de la lesión. Simples distensiones pueden ser más dolorosas que roturas completas.
En la rotura total de la polea se suele escuchar un chasquido bastante pronunciado. Pasarán al menos 6 meses para volver a la escalada al completo.
Tras la operación, se inmovilizará 2 semanas con una férula. Luego seguirán unas semanas con el anillo termoplástico en las que comenzarás la rehabilitación. Primero, ejercicios pasivos; y luego, funcionales. Necesitarás al menos 6 meses para volver a la escalada al completo. El uso del vendaje en H o el anillo termoplástico durante la escalada puede ser de más de un año.
EFECTO CUERDA DE ARCO (TBD)
El efecto cuerda de arco (bowstringing) sucede cuando el tendón flexor se separa del hueso durante la flexión resistida (Rohrbough y col., 2000). También se conoce como TBD por las siglas en inglés de distancia del tendón al hueso (tendon-to-bone distance). Debido a que aumenta con la rotura de la polea, hay evidencia sobre su utilidad para diagnosticar el daño (aunque algo contradictoria).
La referencia más aceptada en la actualidad para detectar una rotura completa son los 2 mm (Schöffl y col., 2003). Aunque siempre se produce en roturas múltiples de poleas, en desgarros y roturas únicas depende del caso (Marco y col., 1998).
El efecto cuerda de arco sucede cuando el tendón se separa del hueso.
Leeflang y Coert (2014) demostraron que una escisión del 30% de la polea A2 daba muestras de cuerda de arco. La ruptura de la A2 distal causa una cuerda de arco más pronunciada que la A2 proximal. Y que el desgarro de la A3 no la provocaba.
Sin embargo, Moriya y col. (2016) no encontraron tal efecto en siete pacientes con poleas A2 rotas. También registraron ausencia de cuerda de arco al extirpar las poleas A3, C2 y A4 en pacientes sometidos a reparación del tendón flexor.
Lo mismo indican King y Lien (2017), que señalan que para que haya cuerda de arco debe haber rotura de una polea A2 o A4 combinada con una A3. Y será totalmente visible con la rotura combinada de A2/A3/A4. Las lesiones de las poleas A1 y A5 no muestran relación con la separación del tendón del hueso.
Para desgarros de la polea A3, la distancia entre el tendón flexor y el hueso no es un indicador fiable. Una reducción de la distancia entre la placa volar (2,8 mm) en relación con la base de la falange media, y un aumento en la distancia del tendón flexor con el cuerpo de la placa volar (1,4 mm), fueron mejores indicadores (Bayer y col., 2015). Schöffl y col. (2018) lograron predecir la ruptura de la polea A3 utilizando una distancia de corte entre la placa volar y el tendón de 0,9 mm.
Un reciente estudio pretendió establecer valores de distancia tendón – hueso (TBD) para diferentes roturas parciales de la polea A2, y compararlos con los de roturas completas (Iruretagoiena y col., 2023). Los investigadores no encontraron diferencias significativas entre los diferentes grupos de rotura parcial. El valor mínimo para una rotura parcial fue de 1,6 mm, y los superiores a 3 mm sugieren una rotura parcial de la polea de alto grado (incisión de 15 mm) o una rotura completa.
TRATAMIENTO DE ROTURAS GRAVES DE POLEA O NIVEL IV
Si la rotura es múltiple, lo más probable es que haya que realizar una cirugía. También es posible que toque pasar por quirófano si la cicatriz de una polea que rompió roza con el tendón flexor, causando sinovitis.
Debido al aumento de la popularidad de la escalada como deporte, cada vez hay más una variedad de técnicas de reconstrucción:
- Schöffl y col. (2012) informaron excelentes resultados en escaladores que se sometieron a reconstrucción de múltiples roturas de polea con un injerto de palmar largo.
- Treinta pacientes regresaron a su nivel anterior de escalada tras reconstrucciones con retináculo extensor (Bouyer y col., 2016).
- El método quirúrgico de King y Lien (2017) consiste en un injerto con tres bucles para la polea A2 y un injerto con un solo lazo para la A4.
Tras la operación, Schöffl recomienda comenzar con ejercicios de movilidad pasiva. Los siguientes pasos serán similares a lo descrito anteriormente. Los resultados suelen ser positivos, como el caso de Edu Marín, que tras ser operado de la polea A2 volvió a la escalada de alto nivel.
TENOSINOVITIS O TENDOVAGINITIS
Tenosinovitis o tenovaginitis son los términos correctos para lo que se suele llamar tendinitis. Mientras que la tendinitis sería la inflamación del tendón, la tenosinovitis lo es de las vainas tendinosas. Es decir, es la inflamación del revestimiento de la vaina que rodea al tendón. Es una lesión exclusiva de la escalada.
La tenosinovitis es la inflamación del revestimiento de la vaina que rodea al tendón.
Es causada por una excesiva fricción e impacto, provocando una producción excesiva de liquido sinovial.
Los síndromes de tenosinovitis y rotura de poleas se pueden confundir. La hinchazón y el dolor se producen en la sección del dedo próxima a la mano. Las zonas más afectadas dependerá del uso que se le diera al dedo dañado. De nuevo, el agarre en arqueo producirá dolor al recaer la fricción sobre las poleas A2 y A3.
La causa puede ser aguda, como una presa lesiva. Aunque también lo puede provocar un aumento demasiado brusco de la carga del entrenamiento; la repetición de movimientos lesivos. Incluso, la cicatriz de una polea mal curada puede ser un motivo.
Las poleas rompen por un aumento repentino de la tensión, ya sea por resbalón de pies o escaparse los dedos de una presa. En la tenosinovitis no suele haber ningún chasquido.
Si la aparición es repentina, el consumo de antiinflamatorios puede estar justificado los primeros días, junto al protocolo RICE: descanso, hielo, compresión y elevación. (Rest, Ice, Compression and Elevation).
Si la lesión es crónica, deberás inmovilizar la zona y permanecer unas semanas sin escalar. En los peores casos, es posible recurrir a las inyecciones de esteroides.
¿CÓMO PREVENIR LAS LESIONES DE POLEAS?
Aquí van algunos consejos para prevenir el daño de tus poleas:
Reserva el agarre en arqueo para cuando sea indispensable. No lo uses en exceso.
- El primero y más importante es ir alternando el tipo de agarre utilizado en tus escaladas. Varía tanto de sectores como de tipo de roca. No repitas demasiadas veces seguidas los movimientos de un bloque o una vía.
- Aprende a no apretar las presas en exceso. Muchos escaladores no saben escalar relajados. Aunque en ocasiones no queda otra que aplicar el 100% de tu fuerza, habrán muchos movimientos que no lo requieren. Otros de los beneficios del entrenamiento de continuidad o capilarización, acumulando muchos movimientos fáciles es ése: aprender a escalar aplicando la mínima fuerza necesaria. Una buena técnica de pies también ayuda.
- Reserva el uso del agarre en arqueo para cuando sea inevitable. Prioriza el agarre en extensión. Al principio es normal sentirlo débil, pero es cuestión de práctica y de entrenarlo.
- Tampoco varíes la posición de tus dedos sobre la presa mientras estás arqueando.
- Usa herramientas de entrenamiento adecuadas a tu nivel. Empezar a entrenar en el MoonBoard antes de tiempo, te obligará a arquear más de lo necesario. Esto es potencialmente lesivo para tus tendones.
- Cuando agarrado a un agujero o regleta pequeña se te resbale un pie, suelta la presa y déjate caer. Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, pero también es lo más seguro
- Ninguna otra actividad somete a tanto estrés las estructuras de los dedos como la escalada. Por tanto, debes adquirir unos buenos hábitos de cuidado. Tienes algunos ejemplos en el artículo sobre el cuidado de los dedos.
- Haz siempre un calentamiento adecuado. Incluso entre escaladas, si sientes que ha pasado mucho tiempo. Se ha demostrado que el calentamiento aumenta la cantidad de tensión fisiológica de los tendones flexores en arqueo hasta en un 30%. Schweizer (2001) recomienda unos 100 movimientos de escalada (50 cada mano). Puedes hacer algo de búlder por la pared. Una tabla multipresas portátil es útil si no tienes nada «fácil» para calentar, o para «ahorrar piel».
- Entrena tus dedos de manera habitual. Las suspensiones son la manera más sencilla y controlable. Unos dedos fuertes se lesionan menos.
- Programa periodos de descarga. Una semanita cada mes permitirá a tu cuerpo asimilar la carga. De igual manera, haz un periodo de descanso entre macrociclos. Tras un intenso periodo escalando, y antes de empezar el siguiente macrociclo, dos semanas sin escalar permitirán a tu cuerpo recuperarse de los pequeños traumas que haya ido acumulando.
- No uses esparadrapo a modo preventivo por costumbre. Aunque se recomienda durante la fase de rehabilitación, no es adecuado para prevenir. Está comprobada su falta de eficacia como apoyo estructural. Además, no permitirá que tus tejidos se fortalezcan para futuras cargas y puede reducir la movilidad.
ADAPTACIONES TRAS AÑOS DE ESCALADA
Los dedos de los escaladores han demostrado una gran capacidad de adaptarse a las distintas cargas y exigencias de la escalada (Schöffl y col., 2004; 2007). De hecho, es bastante fácil distinguir a un escalador de alguien que no lo sea con sólo observar sus manos.
Las poleas de escaladores experimentados son entre 62% y 79% más gruesas; y los tendones un 21%.
La carga repetitiva de la escalada produce un cambio degenerativo crónico de las poleas anulares y un aumento de la amplitud del arco del tendón flexor (Chang y col., 2016). Algunos, por encima de los 2 mm y sin rotura de polea.
Necesitarás al menos 2 años para que comiencen este tipo de adaptaciones (Hochholzer y Schoeffl, 2006). Tras 15 años escalando, las poleas de escaladores experimentados son entre 62% y 79% más gruesas; y los tendones un 21% (Schreiber y col, 2015).
Escaladores deportivos octavogradistas con 21 años de experiencia tenían una separación del tendón flexor del hueso (TBD) superior un 25 % para A2 y un 35 % para A4 (Iruretagoiena y col., 2021).
Pero esas adaptaciones al estrés de la escalada conllevan tiempo y trabajo. Tienes un artículo sobre este tema y los tiempos para empezar a realizar ejercicios específicos para el agarre.
Aunque muscularmente puedas, tus tejidos conectivos necesitan más tiempo antes de comenzar a realizar suspensiones, un sencillo ejercicio que te ayudará a fortalecer de manera controlada las estructuras implicadas en tus dígitos.
CONCLUSIÓN
Éste es el primer artículo dedicado a las lesiones de escalada en los dedos. En esta ocasión ha tocado las más comunes, las lesiones de poleas. Tienes otro artículo que trata sobre la incidencia de lesiones en escalada.
Si sospechas que tienes una lesión de este tipo, acude a un profesional cuanto antes.
Las poleas se lesionan cuando se someten a un estrés mayor del que pueden soportar. La mayoría de las veces, por un accidente (perder un pie), un movimiento dinámico o carga excesiva repetida sin tiempo de recuperación (sobreuso del arqueo).
Para prevenir, lo mejor es no abusar del agarre en arqueo ni de los movimientos repetitivos demasiado estresantes sobre estas estructuras (como el campus board). Ir variando de zonas de escalada y del tipo de agarres también es una buena manera de prevención.
Realizar suspensiones controlando las cargas y descargas te ayudará a fortalecer los dedos. También parece ayudar suplementar con colágeno una hora antes para amplificar los resultados. Una adecuada planificación del entrenamiento es una poderosa herramienta. Si quieres, puedes contar con mi ayuda.
Las adaptaciones de los tejidos conectivos llegan tras años de práctica regular. No tengas prisa y escucha a tu cuerpo. Y durante el proceso, cuida la movilidad de tus dedos con ejercicios funcionales.
Y muy importante: Si sospechas que tienes una lesión de este tipo, no lo ignores. Acude a un profesional en la mayor brevedad posible. Pero al tratarse de algo tan específico de la escalada, mejor que entienda de este tipo de lesiones.
Y tú, ¿has sufrido este tipo de lesión? ¿Cómo sucedió y cómo la trataste?
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Este artículo fue publicado en PasoClave.com el 24 de enero de 2020, y actualizado el 29 de septiembre de 2023.
REFERENCIAS
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Buenas Fer,
felicitarte por el articulo, que es tremendo, de lejos lo mas completo que he encontrado en la red y agradecerte la profundidad y el cariño con el que escribes, para mi ha servido de mucha ayuda ya que inmediatamente identifique la lesion que padezco (eso tranquiliza mucho!) y ademas ha sido un placer leerte de principio a fin, gracias por poner toda esta informacion en nuestras manos.
Te queria preguntar donde se puede adquirir ese anillo termoplastico, me seria de gran ayuda.
Agradecer a todos los escaladores que han aportado su experiencia con esta lesion, sin duda añade mas valor al articulo a nivel documentativo. Yo me lesione ayer y me gustaria aportar mi experiencia tambien.
Un fuerte abrazo!
Hola, Fede!
Gracias por tus palabras y me hace feliz que te ayude mi trabajo. Siempre digo que PasoClave es la web que me hubiera gustado que existiera cuando empecé a escalar…
Una opción para comprar el anillo es aquí: https://www.instagram.com/p/CaP_KkvM2xj/?igshid=MDJmNzVkMjY%3D
Ánimos con la lesión, que si lo haces bien se recupera pronto!
Saludos!
Hola ! escalando hace 4 dias a tras, en un boulder en el desplome sin calentar ocupe varias tomas de regletas en ascenso hasta que un »CLACK» me boto y en la misma noche con suerte podia mover el dedo anular de la mano izquierda ( donde sono) , hoy me hice la eco y sale el A2 como principal polea parte de la lesion, estoy mal de animo porque sentia que estaba escalando bien y iba por buen camino , puedo mover el dedo pero escalar imposible! cuanto tiempo debo esperar antes de tomar kine? , saludos y gracias por tremendo post!
Hola, Máximo!
Tranqui, estás lesiones curan bien con el modo conservador. Empieza a trabajar con el fisio cuanto antes…
Un abrazo y a aprender de lo sucedido (mejor no apretar regletas en frío..)
Hola,buenas noches,esta tarde escalando en el rocodromo tenía agarrado un bidedo con el corazon-anular y estaba bien colocado y de repente me a pegado como un calambrazo en los dedos y en la muñeca y me he quedado sin fuerza,algún diagnostico? Poleas? 🤦🏽♂️,Estuve parado un tiempo y ahora que ya había recuperado el nivel me temo lo peor.
Un saludo
Hola, Javi!
No parecen poleas, sino lumbricales (otra lesión muy frecuente en escalada). Si el dolor persiste, visita a un físico especializado…
Un saludo!
Muchísimas gracias Fer,ya me confirmaron que unas semanas de descanso y empezar readaptación. que no ha sido muchi
Escalando se me escapa la mano izquierda e intento agarrarme con fuerza a presa de mano derecha hasta que se produce chasquido y lesion del 4 dedo de mano derecha.
Tenosinovitis de polea A1 de 4 dedo.
Dolor en poleas A1 y A3 de dedo 4 mano derecha, flexo de IfP.
Lesion de polea A3 parcial con signos de tendinosis intrasustancia de flexor profundo y superficial.
Profesional aconseja sacarme sangre ,centrifugarla e inyectarla en la polea o poleas dañadas.
inmoviliar y ver resultados.
Si no se recupera, complicada operacion con incierto resultado.
¿ Que piensan los expertos?
Por supuesto con mucho respeto hacia el profesional que me atendio, solo quiero mas opiniones.
Tambien me gustaria saber si estirar el dedo, inmobilizarlo y reposo podrian ayudar a curar la lesion.
Gracias
Hola, Francisco!
En principio, si no hay rotura múltiple no haría falta cirugía. Serviría con un tratamiento de inmovilización y vuelta gradual bajo la supervisión de un experto. Lo de centrifugar sangre no lo había oído nunca, pero podría ayudar gracias a la menor irrigación de estos tejidos…
Ya me dirás qué decides y cómo te va! Ánimos!
Muchas gracias Fer por tu rapida respuesta.
Por ahora voy a decantarme por la inmobilizacion del dedo dañado, lo que no se es el tiempo de inmobilizado.
Por supuesto nada de deporte ni ejercicio en esa mano.
Voy a visitrar tambien a otro profesional especialista para tener otras opiniones.
Muchas gracias.
Hola!
En principio no hay que cesar la actividad al 100%, si no ir haciendo cargas progresivas y adecuadas… Por eso, contar con la supervisión de un profesional es clave 😉
Se refiere a plasma rico en plaquetas.
Hola Fer.
Tengo un problema de la polea A1 en las dos manos. Comenzó en el tercer dedo de la mano izquierda, empezó como un roce al apretar el puño y ha terminado con el casi bloqueo en ese punto. Llevo escalando desde los 13 años y tengo 58, es la primera vez que tengo problemas de este tipo. Con ese dedo llevo casi seis meses, pero hace un mes que ha empezado a bloquearse el tercer y cuarto de la mano derecha.
Por las mañanas me levanto con los dedos en garra y sin poder cerrar la mano, cada vez más inflamados.
El primer dedo afectado me lo están tratando por la muta laboral, soy cámara de televisión y creí que la cosa iba por la posición de la mano, el trabajo de esos dedos con los anillos de la cámara. El diagnostico es engrosamiento de la polea y tras unas semanas de rehabilitación no conseguí quitar el punto de gatillo. Me ha vuelto a ver el traumatólogo y me dice que el siguiente paso sería cirugía, y consiste en romper la polea y dejar que pase el ligamento. Yo le he dicho que lo veo raro, romper la polea cuando nuestras lesiones de escalada es que se han roto y hay que volver a repararlas.
Estoy muy confundido y no tengo claro que hacer, la mano izquierda es un dedo en la A1, pero la mano derecha ya son dos dedos y el gatillo está por la A3.
He dejado casi de escalar y de entrenar, y no mejoro nada. Que te parece la cirugía tan agresiva, yo estoy muy confundido y preocupado. No se que se mejor una cirugía tan agresiva y una recuperación dudosa (a mi entender, soy profano). Liberar cicatrices internas, y demás problemas que suelen salir
Que me aconsejas?
Hola, compañero!
Pues es un asunto que se me escapa. Te recomendaría visitar a un profesional especializado en lesiones de ese tipo y pedir una segunda opinión. Quizás haya alguna otra opción… Suerte!
Buenos días Fer. Felicidades por un artículo tan completo y con sus fuentes.
Yo me he lesionado hace dos meses en un movimiento dinámico en boulder dejando mi mano izquierda en bidedo corazón-anular y no conseguí agarrarme. El dolor se concentró en el antebrazo y solamente me duele en el anular. He estado un mes sin escalar con estiramientos y ahora he vuelto con cuidado. mi pregunta es, ¿Esta lesión ha dañado a alguna de las poleas? Ahora me duele más la palma de la mano y el dedo que el antebrazo cuando cojo alguna presa algo más técnica. En la derecha ya me pasó con ruido en el antebrazo incluido y tardó 6 meses en curarse
Gracias.
Hola Santiago! Gracias por tus palabras pero lo siento, no puedo responderte con esa información. Te recomendaría ir a visitar a un profesional que te examine presencialmente 😉 Suerte!
hola, podrian decirme quien escribio el articulo?
Hola, Karina! Fui yo, Fer Cantero. Y las referencias las tienes durante el texto del artículo y al final…
Gracias Fer! Quedó muy completo el artículo, me sirvió mucho
Genial! Gracias por compatirlo, comentarios así animan a seguir 🙂 Qué pases un día estupendo!
Buenas Fer,
Al parecer me acabo de lesionar la A2, sentí el chasquido en el dedo anular de la mano derecha.
Lo bueno es que todavía puedo apretar con el dedo, aunque me duele en oposición.
Hace 2,5 años también me lesioné el anular pero de la mano izquierda, esa vez el chasquido fue más fuerte, sentí 2 tirones (consecutivos, uno después de otro) y perdí totalmente la fuerza en ese dedo.
Sospecho que aquella vez fue rotura total múltiple, probablemente A2 y A3.
Psicológicamente fue brutal, supe al instante que no iba a poder trepar en mucho tiempo ¡y estaba a una caída de encadenar mi primer 7b+! jajaja terrible en aquel entonces y efectivamente ese dedo fue inútil por más de 1 año.
El chasquido de ahora fue menos estridente y el dedo todavía funciona y tira.
Sumado a eso, la experiencia anterior me permite tomarlo con más calma y menos drama.
¿Pero te cuento lo que me fastidia?
¡que la lesión de ahora fue dando unos pegues simpáticos en el búlder de mi casa! joder macho. igual me rio.
Saludos Fer! muy bueno tu blog.
Hola, Cristopher! Pff pues cuidado con ese dedo. Véndalo con esparadrapo cuando escales y evita el arqueo, priorizando el agarre en extensión siempre que puedas…
Y, ante todo, calma con la recuperación!
Hola, sabes algún especialista en lesiones de este tipo en Zaragoza? Enhorabuena por el artículo 👏
Hola, Héctor!
Lo siento, pero justo allí no sé de nadie. Sorry y suerte!
Y medio cerca?😅
Hand Therapy, en Barcelona.
Muchas gracias!!😉
Hola Cristopher, a mi me ha pasado algo parecido con dos poleas rotas, me han puesto un anillo para sujetar la polea A2 y a esperar a ver si se regenera,,,a ti se te curo aquel dedo sin cirujia ni nada?
Se podría hablar en el artículo de la importancia de la Fisioterapia en la recuperación de la polea, no se nombra en ningún momento. Realizar por sí mismo una automovilización o automasajes sin la supervisión previa in situ de un Fisioterapeuta puede derivar en un agravio de la lesión o de no realizar lo suficiente para recuperar lo suficientemente bien la lesión y se generen fibrosis y cicatrices que nos impidan la buena práctica posterior.
Hola Manu!
A parte de que nombro técnicas profesionales, que uno no puede ejercer por sí mismo, doy por sentado que todo tratamienton debería darse bajo la supervisión de un profesional. De hecho, el texto dice: «En caso de sospechar que tienes una lesión de este tipo, no lo ignores. Acude a un profesional en la mayor brevedad de tiempo posible.»
Muchas gracias por la indicación, y cuando tenga tiempo lo repasaré para asegurarme que queda claro…
Salud!
Hola Fer, aquí otro más que te visita de vez en cuando. Si recuerdas, ya te explique que en agosto del 2019 me rompi la polea C3 del dedo central de la mano izquierda. Con mucha paciencia y cuidados parecidos a los que aqui expones, me he recuperado positivamente. Simplemente hacer público una curiosidad o pista para evitar esta lesion…
Justo segundos antes a la rotura, note una especie de vibracion con un punto aguda aunque insonora, una sensacion. Como una cuerda de un violin desafinada. Acto seguido es escucho el chasquido. Durante mi recuperacion, escale en toprope sin usar el dedo en cuestión. Como cargaba mucha mas fuerza de lo habitual con la otra mano, estube apunto de romperne otra polea, me salvo para a tiempo cuando note esa vibracion.
Espero que sea de ayuda.
Saludos desde la 133 jajaja
Grandes, Vilchez!
Gracias por compartir tu experiencia. Muy ilustrativa y útil! Un abrazo, crack!
Buenas a todos. paso a compartir un mensaje privado que mande a Fer nada más leer este post hace un par de días, y que muy amablemente tomó en consideración y me dio permiso para compartir el tema con sus lectores…
‘ Cuerpo del mensaje:
Hola Fer…
felicidades por el blog y tus progresos, te sigo casi desde el principio.
El caso es ya me ha pasado bastantes veces contigo que publicas una entrada de algo que justo me ha pasado o me sucede a los pocos días.
Por desgracia la casualidad recurrente esta vez ha sido en la peor ocasión.
Acabo de leer tu entrada, que sobre todo me ha servido para constatar que lo más probable que me haya roto es la polea A2.
He tenido ya tiempo de leerme todo lo que he pillado por internet y tu entrada es la confirmación de lo que ya suponía.
Y es que justo hace 12 días escuche ese terrible chasquido. En un arqueo brusco y dinámico y no estaba suficientemente caliente. Un error imperdonable después de casi 30 años escalando, es la primera vez que me lesiono algo en serio.
Pero un cumulo de factores, bajas defensas, 4kl más gordo que antes de las fiestas, falta de calentamiento…pero debo reconocer en honor a la verdad que ese dedo llevaba dos años dándome avisos y molestias de vez en cuando…y no los escuché. Y ahora el precio a pagar es alto, lo se.
El caso es que llevo casi dos semanas peleando con Mapfre, por el seguro de la FMM para conseguir diagnostico por imagen…estoy preocupado porque cuanto antes me lo vean mejor, espero no estar agravando la lesión.
En fin no he querido publicar todo este rollo como comentario publico pues quizá no esta bien redactado o no sea interesante de momento para ser publico.
Si consideras que este caso se puede hacer publico y así servir a la peña por mi sin problema.
De momento estoy en los primeros pasos de un largo camino y lo peor es la incertidumbre.
Por mi parte seguiré informando cuando este seguro de que polea rompió, me ha preocupado mucho el tema quirófano,,,llegado el caso me gustaría saber quien operó a Edu Marin y como fue su periplo sanitario por si acaso, ya me informarás.
Y por supuesto en tema de la rehabilitación…
Bueno Fer, seguimos en contacto…
Saludos ‘
Por si alguien quiere seguir la historia, os dejo enlace de la entrada que he dedicado al tema…
https://rocajevivo.blogspot.com/2020/01/objetivo-rotokio.html
Salud a todos y a cuidarse los deditos que son lo más valioso y frágil que tenemos.
Gracias, David! Lo primero indicarte que como sabes, es una operación común de la que los escaladores suelen salir bien. Si sólo se te ha roto una polkea, en principio no haría falta que pasaras por quirófano. Otro asunto es si la rotura fuera múltiple…
Con respecto al asunto de Edu, tienes todos los vídeos del proceso de la operación y rehabilitación en youtube.
Muchas gracias por compartir tu caso. Así la gente tomará más consciencia de la posibilidad de que le ocurra lo mismo, pues el ser humano aprende por comparación. Todo parece que no vaya con uno mismo hasta que empiezas a ver que le ocurre a la gente de tu alrededor… sobre todo con jóvenes.
Un abrazo, mucho ánimos y nos vas contando!
Hola
Invítame a leer el post, me dice que necesito invitación
Me ha a pasado algo en el anular, no me deja arquear y se sobre carga, le doy descanso pero esto tarda en recuperar, y me duele más que nada en arqueo, no me puedo permitir económicamente el ir a un especialista, sabéis si escalar sin ese dedo, este estando vendado, para que no arque, de la tensión de los otros, puede causar daños?
Pues acabo de llegar de visitar a un especialista en mano y después de decirme que tengo la A2 tocada ( no mucho ) y mándame una RM, me avisa que lo verdaderamente peligroso es seguir forzando ese dedo y que otra polea vaya detrás al soportar esas otras más carga de la normal, produciría una separación del tendón del hueso de muy difícil recuperación.
Así es. Si es polea, mejor comenzar reposando y luego ir progresivamente gestionando cargas para trabajar la reconstrucción del colágeno, pero bajo el seguimiento de un profesional…
Ánimo, María! Y paciencia 😉