Resolar los pies de gato es algo habitual entre los escaladores, ya que ofrece algunas ventajas. Por un lado, alargar la vida del calzado, con el ahorro monetario que supone, además del cuidado del medio ambiente al disminuir los deshechos. Pero también, ahorrarte el tener que pasar cada vez por la, a menudo, «dolorosa» fase inicial de estrenar los pies de gato. Además, tras hacerse a la forma de tu pie, suelen estar mejor tras los primeros resolados que de fábrica.
En este artículo, Luca Grenci te cuenta todo lo que debes saber sobre el arte de resolar los pies de gato, además de algunos cuidados para alargar la vida de tu calzado de escalada.
¿POR QUÉ RESOLAR?
Una vez entras en el mundo de la escalada, descubres que resolar forma parte de la vida de nuestros pies de gato. Esta práctica, no sólo fomenta el trabajo artesano, sino que también es positivo para cuidar el medio ambiente. Además de ahorrarte esa dolorosa etapa inicial de dar de sí las zapatillas de escalada cada poco tiempo.
El pie de gato quedará prácticamente como nuevo hasta cierto número de resolados bien hechos ( a veces incluso, mejor que de fábrica, puesto que puedes poner una goma de mayor calidad que la inicial), evitando gastar dinero en unos nuevos.
Resolar forma parte de la vida de nuestros pies de gato.
¿EN QUÉ CONSISTE RESOLAR?
Resolar consiste en sustituir la antigua suela por una nueva. A veces, es necesario dejar unos milímetros de la vieja suela, sobre todo en los modelos cuyas palmillas son particularmente frágiles o de menor calidad, para evitar mayores daños o roturas.
Resolar consiste en sustituir la antigua suela y por una nueva.
Para retirar esa vieja suela, hay dos opciones:
- Lijando poco a poco (método más seguro, que garantiza un resultado óptimo)
- Despegando toda la suela. Esta última opción podría ablandar o despegar partes interiores que no queremos que se despeguen, dando como resultado un pie de gato blando y/o con muchas arrugas en su interior.
Aunque los dos procedimientos son válidos, en mi trabajo siempre opto por lijar poco a poco la vieja goma, ya que me proporciona un mayor control sobre las temperaturas a las que se somete el “gato” durante esta fase. Es más lento, pero más seguro.
¿CUÁNDO RESOLAR?
Para no comprometer el rendimiento de los pies de gato, y que el resolado quede como nuevo, yo recomiendo a mis clientes hacerlo antes de que la banda lateral del pie de gato empiece a rozar por falta de goma. El momento ideal es cuando aún quedan 1-2 mm de suela en el sitio de mayor desgaste, que suele ser la punta.
Este tema también está sujeto a variables, como el tipo de pie de gato. Algunos modelos se pueden “apurar” más que otros porque están construidos con materiales de mayor calidad.
Los modelos que ofrecen una alta sensibilidad, ya que están hechos con materiales más sutiles, es recomendable no apurarlos. «Apurarlos de más» (teniendo en cuenta que se puede hacer alguna vez en modelos que lo aguantan), puede fomentar tener que hacer punteras desde los primeros resolados como consecuencia de que la banda lateral va sufriendo desgaste.
Otros factores importantes que deberíamos tener en cuenta:
- El tipo de escalada: no es lo mismo escalar en desplome, que escalar vías fáciles donde los pies son más grandes, o escalar en adherencia, por ejemplo. Hay personas que desgastan más la suela interiormente, lo que puede hacer que veas mucha suela en la punta pero que esté muy desgastada al centro, promoviendo incluso que sobresalga la palmilla.
- La técnica de pies: Las personas que están aprendiendo a escalar, tienden a pisar de forma más “descontrolada” o aleatoria. Este hecho podría facilitar la existencia de un agujero, y por lo tanto, es importante que se esté más atento a cómo se van desgastando. Si se va “apurando” y no estás pendiente, la protección de la poca suela que le quede, será menor contra los roces de la pared.
LAS HORMAS
A todos nos suena la frase: “Este resolador tiene todas las hormas de todos los modelos de todas las marcas…” Esto es improbable, ya que para asumir todas las hormas de cada modelo de todos los números (del 34 hasta el 48) necesitaríamos una habitación enorme sólo para almacenarlas.
Se utilizan dos tipos de hormas: simétricas y asimétricas.
Podría darse en la propia construcción del pie de gato, en la fábrica; pero para su reparación, no es estrictamente necesario. En una colaboración con un taller oficial, de una de las marcas más reconocidas, comprobé que utilizaban dos tipos de hormas, y que son las mismas de las que disponen la mayoría de resoladores:
- Simétricas, para pies de gato como: Mythos, Tarántula, Anasazi, Masai y similares.
- Asimétricas, para Testarossa, Instinct, Solution y similares.
Personalmente, creo que con una buena prensa, 3-4 tipos de hormas y buenos productos de pegado, se pueden resolar con calidad todos los modelos de pie de gato que hay en el mercado.
¿CUÁNTAS VECES RESOLAR?
Al igual que con las punteras, esto depende de cada escalador. En mi experiencia, yo empiezo a notar diferencias a partir del tercer o cuarto resolado para modelos como Solution o Testarossa, y hasta el quinto resolado para modelos más duros como Otaki, Miura o Istinct, siempre y cuando todos los resolados sean de calidad.
Cuando notes que los pies de gato se han vuelto muy blandos por excesivos resolados, pon una palmilla, déjalos para entrenar o tíralos.
Mi consejo es ir probando y, cuando se empiecen a sentir demasiado blandos, y que esto afecta tu escalada, pedir al resolador que le ponga una palmilla, dejarlos para entrenar o…tirarlos, según el gusto del consumidor.
GUSTOS Y PREFERENCIAS: VARIABLES DEL RESOLADO
En el momento de resolar tu calzado de escalada, tienes unas cuantas opciones que elegir:
TIPOS DE SUELA
Hay varios tipos de suela en el mercado que se diferencian (aparte de por la calidad que determinará su adherencia), por su dureza y por su grosor. Las marcas más conocidas son Vibram, Five Ten, Boreal y Davos. Esta última es una nueva empresa que se está abriendo espacio en este mercado.
Las gomas duras se suelen usar en placas y las blandas en desplomes.
La regla general para gomas de calidad suele ser:
- A mayor dureza se pierde adherencia y sensibilidad, pero se gana durabilidad y sujeción en los cantos pequeños.
- Una goma más blanda suele ofrecer mayor agarre y mayor sensibilidad pero tiende a gastarse más rápido y a deformarse en estilos concretos de escalada en roca, como la placa.
A mis clientes que empiezan a escalar en roca, suelo recomendar suelas más duras, ya que lo más probable es que en los primeros meses de escalada vayan evolucionando poco a poco, generalmente en placa (en el caso de Asturias).
Por otro lado, el cliente que ya tiene cierta experiencia, suele conocer el tipo de suela que se adapta a sus exigencias deportivas. Éstos tienden a pedir una goma más blanda, si hacen más desplome o si son personas ligeras, y una goma más dura si realizan más escalada vertical o clásica.
En mi caso, por ejemplo, mi goma favorita es Vibram Xs Grip2, ya que escalo principalmente en desplome y placas desplomadas y mi peso es bajo.
Existen, esencialmente, tres grosores:
- 3,5 mm: Llevan de serie estas gomas gatos como Solution, Testarossa, Oasi, Theory, Instinct, Booster, Python,…
- 4 mm: llevan esta goma la mayoría de los pies de gato.
- 5 mm: Se suele utilizar, generalmente, en el resolado.
PERFILADO DE LA SUELA
Otro tema bastante personal. Con gomas blandas, puede pasar que por el tipo de escalada, peso del escalador o altas temperaturas, ésta se vaya desplazando hacía adelante y llegue a molestar. Por eso, algunos escaladores piden el perfilado hacia dentro.
Esto hace que, con el uso, la goma acabe quedando perfectamente vertical. El problema es que en los primeros momento podría molestar, a parte del mayor desgaste.
El perfilado más común es el vertical; es decir, perpendicular a la línea de pegado de la suela. Es importante que comentes este tema con tu resolador/a de confianza, en el caso de que tengas preferencias específicas.
FORMA DEL PIE DE GATO: ARQUEADO O PLANO
Hay que diferenciar entre:
- Pies de gato planos, como pueden ser los Anasazi o los Tarantula.
- Gatos que vienen con una horma asimétrica y “arqueada”, como los Sportiva Solution, los Scarpa Istinct o unos Boreal Satori.
Los primeros suelen tener palmillas muy básicas de plástico, tela o cartón, si son de baja calidad. En estos gatos, es imposible obtener con el resolado una curva que nunca tuvieron, cambiando así la horma y forma con la cual fueron fabricados (por ejemplo, no es posible dejar unos Tarántula con la misma “hueverita” que unos Miura, sobre todo porque no tienen una palmilla que les permita mantener esta curva).
El pie de gato arqueado suele estar equipado con una palmilla de goma (tecnología que, en sus modelos, la marca La Sportiva llamó “P3”) que les permite volver a coger y mantener la forma, resolado tras resolado. Personalmente, en todos estos “gatos” suelo dejar incluso un poco más de curva que la que tenían de serie. Así, tras unos “pegues”, sueltan y quedan con una rigidez parecida a cuando eran nuevos.
Aún así, si al cliente le molesta la forma demasiado agresiva, se podrían dejar más planos que como venían de serie (teniendo en cuenta que, también en este caso, no es aconsejable comprar unos Solution para luego querer que queden como un Mhytos…).
La forma del “gato” se irá perdiendo por el desgaste inevitable del propio uso.
La forma del “gato” se irá perdiendo, no obstante, por el desgaste inevitable del propio uso, y esto suele empezar a notarse a partir del cuarto o quinto resolado, siempre y cuando los resolados hayan sido realizados con la misma calidad y cuidado.
LAS PUNTERAS
El auge de la escalada en rocódromos ha aumentado el porcentaje de pies de gato que necesitan puntera. Ésta, consiste en un molde de goma para tapar un agujero que suele encontrarse en la punta o en los laterales.
La puntera se pega antes de la suela, ya que va por debajo de la misma. De hecho, en el caso de que sobresaliera el perfil inferior de esta, implicaría demasiados roces con la roca y podría despegarse.
El auge de la escalada en rocódromos ha aumentado el porcentaje de pies de gato que necesitan puntera.
Excluyendo los casos muy obvios, donde se sale el dedo entero o que hay agujeros muy evidentes, que necesiten una reconstrucción con microporosa antes del pegado de la puntera, el resolador suele decidir poner puntera cuando:
- La goma de la puntera está muy blanda: aunque aún no haya un agujero, lo más probable es que se produzca pronto, aunque la goma del resolado esté nueva.
- Hay una rajita muy pequeña en la punta: A no ser que el escalador sea muy técnico y profesional, la tendencia de esa anomalía será la de seguir rajando y ensanchando conforme vaya escalando.
- Defectos de fábrica: a veces, aunque el cliente no ha “apurado” mucho el pie de gato y la suela se vea bien, o tenga un solo resolado, puede ser necesario poner punteras. No es una decisión agradable para el cliente, ni fácil para el resolador, pero puede pasar. El ejemplo más frecuente es el defecto de las costuras (rajas en la goma) de la banda lateral original que, acercándose demasiado a la línea de pegado de la suela, hace que sea arriesgado resolar el gato sin recurrir a poner la puntera (ver imagen).
¿LAS PUNTERAS MOLESTAN?
Este es un tema muy personal. En mi experiencia, como escalador y resolador, he podido ver que hay personas que no notan absolutamente nada, y otras, en cambio, sienten que disminuye su sensibilidad. En este caso, puede también depender de cómo se haya hecho esa puntera. Así que, confía en tu resolador y descubre cómo te sientes con un buen resolado.
Personalmente, intento no poner punteras siempre que se pueda evitar, aunque estoy abierto a las preferencias de mis clientes. En el caso de que no tengas criterio o conocimiento suficientes, te recomiendo que dejes valorar a tu resolador/a de confianza.
Si fueran necesarias las punteras y aun así, no quieras ponerlas, lo más probable es que ese agujero o raja se vaya agrandando hasta abrirse por completo, en el peor de los casos.
POSIBLES PROBLEMAS TRAS EL RESOLADO
El resolado suele ir bien, aunque en ocasiones puede surgir algún problema:
BURBUJAS EN EL INTERIOR
A veces, tras resolar puede notarse una molestia en el pie escalando; incluso con el gato nuevo. Es un problema que tienen varios modelos (Solution nuevos y Kataki principalmente). En la mayoría de los casos, suele ser por un despegue entre la palmilla que queda en contacto con la goma y la piel del interior del pie de gato. Aunque, a veces es por un deterioro de la piel interior.
El primer caso puede solucionarse. Consiste en volver a pegar la palmilla a la capa subyacente. El segundo es más difícil de corregir.
Pero, ¿Por qué pasa? En mi experiencia, suele suceder por estar expuestos a excesivo calor. Una tarde de verano en el coche o un mal resolado, a temperaturas perjudiciales, pueden ser la causa. Incluso, he visto modelos sin resolar con la palmilla totalmente despegada. Sobre todo, en los envíos procedentes del Sur de España.
Con el tiempo, y gracias a las observaciones de mis clientes, he cogido el hábito de comprobarlo siempre con la mano antes de resolar (algo que también puede hacer el cliente para ser consciente del estado en el que está su calzado y detectar la presencia de cualquier anomalía).
También influye el tipo de sudoración de tu pie o haberlos metido en la lavadora (esto no se tiene que hacer NUNCA, por muy mal que huelan tus pies de gato). El apartado de “Normas básicas para conservar un pie de gato” de este mismo artículo te ayudará a alargar su vida útil.
Aun así, si ya llevan muchos cambios de suela, se acaban convirtiendo en anomalías incorregibles en el resolado, y tocará comprar unos nuevos.
Nunca metas los pies de gato en la lavadora.
LA GOMA SE DESPLAZA HACIA DELANTE
En los pies de gato con gomas blandas a veces pasa que la goma se dsplace hacia delante, lo que se agudiza por el peso del escalador. Se puede prevenir pidiendo un perfilado ligeramente hacia dentro. También es común en algunos “gatos” que ya vienen de fábrica mal perfilados.
EL PIE DE GATO QUEDA MÁS RÍGIDO O BLANDO QUE ANTES
Es habitual que el gato coja rigidez tras el resolado, ya que tienes más milímetros de goma que antes de resolar. Pero si tiene plantilla y han sido resolados con cuidado, tras unos pegues volverán a la rigidez que tenían de fabrica.
Tras unos pegues, volverá a la rigidez original.
Si el pie de gato quedó excesivamente duro, puede ser que no hayan quitado totalmente la suela anterior. Entonces, las dos capas (o tres, o cuatro jeje) generarán más rigidez. Otra posibilidad es que hayan sido resolados con una tipología de suela más rígida que la de serie.
Si lo notas excesivamente blando tras los primeros resolados, es posible que hayan despegado la vieja suela con excesivo calor. También sucede que empieces a notar que el pie de gato queda más blando a partir del tercero/cuarto resolado bien hecho. Y, aún así, no debemos olvidar que sigue siendo una reparación, y en cada reparación se pierden milímetros de material de las partes subyacentes a la suela.
CONSEJOS PARA EL CUIDADO DE LOS PIES DE GATO
Normas básicas para conservar un pie de gato, y cosas que solemos hacer y no deberíamos:
- No los pongas nunca en la lavadora. Si estuvieran muy sucios, puedes limpiarlos con un paño húmedo. Es importante evitar ponerlos a remojo o que cojan mucha agua. Al estar fabricados con materiales muy técnicos, podrían dañarse irremediablemente. Tras la limpieza, es muy importante dejarlos secar totalmente de manera natural.
- Ventila tus pies de gato siempre que puedas, lejos de la luz solar directa, y sácalos cuanto antes de la mochila después del día de escalada/entreno. Es clave que queden lo más secos posible tras cada uso.
- Si sudas mucho, pon papel de periódico o unas bolsitas de semillas. Si la piel de tus pies de gato cambia de color y si a la etiqueta interior, con la talla, se le borra el texto, es una señal de que deberías hacerlo.
Sácalos cuanto antes de la mochila y ventílalos lejos de la luz directa del Sol.
EL GATO LUCAS ¿QUIÉN SOY?
Mi nombre es Luca Grenci y soy la persona responsable de “El Gato Lucas”. Mis estudios (Ciencias del Medioambiente y Forestales) que comienzan en Italia, el país de donde vengo, me dieron la posibilidad de conocer España y la escalada, que se ha convertido hoy en mi modo de vida.
En 2017 tuve la oportunidad de conocer y formarme con Corrado Zanforlin, un maestro resolador y experimentado escalador italiano.
Viajando por Europa pude descubrir dos motivaciones que se convirtieron en mi proyecto personal: Asturias y el trabajo artesano del resolado. En 2017, tuve la oportunidad de conocer y formarme con Corrado Zanforlin, un maestro resolador y experimentado escalador italiano, cuyo taller se encuentra cerca de mi ciudad, Gallarate.
En marzo de 2018 decidí enviar mis máquinas de trabajo a Asturias y montar mi taller en Grado. Es así como nace “El Gato Lucas”, un oficio dedicado al resolado de pies de gato, que pone de relieve el valor del trabajo local y artesano, así como la importancia del cuidado del medioambiente a través del ahorro de materiales y el consumo responsable.
Gracias al apoyo y confianza de los clientes, en Febrero de 2021 trasladé el taller a San Román de Candamo. Aquí puedo desarrollar mi negocio y seguir manteniendo una continua formación para el perfeccionamiento y mejora del acabado de los pies de gato, así como el resolado de botas y playeros de montaña. La última fue el curso Vibram Cobbler 4.0, a finales de 2022.
CIERRE
Aquí Fer de nuevo. ¿Sabías todo esto sobre el resolado? Yo confío en Luca para mis modelos. Si aún no tienes un resolador de confianza, puedes contactar con él en su web, elgatolucas.com.
Un saludo, buenos pegues y felices resolados!
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