Hay veces que te sientes bien, descansado. Calientas y todo fluye. Empiezas fuerte, pero el entrenamiento va yendo a peor, sin los resultados que esperas. Otra veces, vas cansado, sin energía. Escalas sólo porque estás allí, y de repente ¡encadenas aquella vía que tenías atragantada! Los motivos de que sucedan esos rendimientos inesperados son multifactoriales, y este artículo sólo relata un ejemplo particular.
Me despierto y me siento descansado. Tras varios días de pesadilla, la ola de calor esta noche ha perdonado. He podido dormir mis 8 horas, y lo noto.
Me levanto pronto para evitar la calor y hacer un desayuno completo y enérgico. A las 6:30 de la mañana, de camino al rocódromo, la temperatura y la humedad ya son sofocantes.
EMPIEZA LA SESIÓN
Llego y empiezo a calentar. Veo que voy fluyendo, y el Progressor me lo confirma. Estoy recuperado de la sesión de fuerza de hace 2 días. Hago un par de bloques para terminar de calentar. Me peso y estoy ligero; y una medición del pico de fuerza en la que supero el récord del mesociclo me dice que esta sesión «estoy fuerte».
Aunque en el piso de arriba hay aire acondicionado, me tocan intervalos en la MoonBoard, que está abajo. Hay que adaptarse al ambiente sofocante.
La lista de musica motivante suena, abro la app de la «Moon» y el crono empieza a correr.
Veo que voy fluyendo, y el Progressor me lo confirma.
ENTRENANDO CON CALOR
Empiezo las series de intervalos. Llevo ya unos mesociclo trabajando con esos bloques, así que me los conozco. Por eso, ahora toca trabajar la resistencia aláctica. Los tiempos de descanso son 1 minuto entre repeticiones y 3′ entre series.
Aunque empiezo fuerte, el rendimiento cae en picado tras el 3er bloque.
Aunque hace un bochorno que «amodorra», empiezo y me siento genial. Tengo explosividad y coordinación. Hago sobrado las 3 «repes» del primer bloque . 3 minutos de descanso y a por el siguiente.
Durante la pausa pienso que el segundo bloque se me da bien, así que debería flotar. Si embargo, aunque realizo las 3 repeticiones con éxito, escalo apurado y me siento justo.
Tras el descanso, llega el tercer bloque y noto cómo el rendimiento decae. Empiezo a fallar en la coordinación; y los pasos que tengo controlados me exigen un gran esfuerzo.
Pero, ¿qué está pasando? ¿Si tanto el Progressor como mi percepción subjetiva me dicen hoy que estoy inhumano?
Tras la siguiente pausa, llegan los 3 bloques últimos. Aquellos que dejo para al final, pues los tengo más controlados. Esos en los que seguramente no fallaré… pues ¡zasca!
¡De las últimas 9 series, fallo 5! ¡Cómo es posible! ¿Mi Progressor me engaña?
TERMINANDO LA SESIÓN
Un poco afectado por el esfuerzo, decido no trabajar la fuerza de tracción, y pasar directamente a la vuelta a la calma, con core y movilidad.
Tras los ejercicios del core (unos 10 minutos) hago una medición del pico de fuerza en el Progressor, y me marca una pérdida del 24% respecto al inicio. Waw! ¡Voy a necesitar una semana en el sofá! (Es cierto que algunos de esos ejercicios implicaban suspenderme de la barra con ambas manos, por lo que los flexores estaban trabajando).
La última medición me muestra una pérdida de fuerza del 4,9% con respecto al inicio.
Dedico sobre 10 minutos a estirar, que aunque da pereza, me sienta bien. Al terminar, vuelvo a tomar la medición definitiva del pico de fuerza. El resultado me muestra una pérdida del 4,7% respecto al inicio de la sesión.
Ese resultado me calma. Parece que no me he pasado con la carga y no estaré tan mal el fin de semana…
ANALIZANDO LA SESIÓN
Al terminar, de camino a casa, he ido relacionando los datos:
- Al inicio me sentía muy fuerte, algo que además apoyaba los datos subjetivos del Progressor.
- He calentado bien y comenzado mejor que otras veces las series de intervalos. Sin embargo, un poco antes de la mitad, el rendimiento a empezado a bajar en picado.
- La pérdida de fuerza tras el ejercicios ha sido altísima; pero pasado un rato, ha mostrado un dato más normalizado.
- Ola de calor en toda la península. 30ºc y una humedad del 70% en Barcelona a las 7:00 am.
- Al pesarme me ha salido 1,5kg menos que la sesión de 2 días antes, además de que llevo un par de días con el estomago «girado».
Puedes tener controlada la carga, el descanso adecuado, la nutrición y la recuperación, que aún hay variables que se te escapan.
Y en esos datos está la clave. Puedes tener controlada la carga, el descanso adecuado, la nutrición y la recuperación, que aún hay variables que se te escapan.
- Entre ellas, el ambiente en el que desarrolles la actividad. Está demostrado que un ambiente sofocante empeora el rendimiento.
- También es posible que aún estés pagando el precio de una comida que te sentó regular. Quizás parte de ese menor peso con respecto a la sesión anterior es glucógeno que no he recargado pues el cuerpo ha necesitado esa energía para algún proceso del que se estaba recuperando (junto a sobrevivir a la ola de calor)
Por eso, en estos momentos los datos son tus aliados.
CONCLUSIONES
La tecnología actual permite obtener datos objetivos que antes sólo estaban al alcance de laboratorios. Sin embargo, los debes relacionar entre sí para que cobren sentido.
Debes relacionar los datos entre sí para obtener información aplicable.
Lleva un diario de entrenamiento, y apunta todo:
- Cómo te sientes. Tanto física cómo anímicamente.
- La referencia de fuerza de los flexores de los dedos inicial, intra-sesión y final.
- Cómo has dormido y comido, y si hay algún tema que te preocupe o estrese.
- Temperatura y humedad (con un higrómetro).
Sólo de esa manera podrás relacionar los datos objetivos, ya que aislados poco aportarán. Al fin y al cabo, el ser humano es inseparable de su entorno. Un sistema dinámico complejo en un ambiente con el que interactúa y al que debe adaptarse de manera continua.
Y tú, ¿tienes alguna anécdota similar?
Te dejo unos artículos relacionado:
¿Qué porcentaje de pérdida del pico de fuerza se considera como «óptimo» para terminar una sesión?
¿Y qué porcentaje de pérdida se debe de obtener para saber si puedes volver a entrenar?
Hola, Darío!
Pues depende de muchos factores. Depende de cada persona, a lo que esté habituada, su nivel de entrenamiento, el tipo de sesión, tiempo transcurrido hasta el control (medición),… lo mejor es ir apuntando y viendo cómo te afectan y de allí, descubrir la tendencia que te sirva a ti.
Saludos!